Frases de Jorge Luis Pinto, el entrenador más criticado en Colombia

Las frases más famosas de Jorge Luis Pinto estuvieron relacionadas con sus peleas con otros técnicos y su paso por el banquillo de Millonarios.

Nació en San Gil, Santander, el 16 de diciembre de 1952. No fue futbolista profesional, pero a los 20 años inició su carrera como preparador físico. Continuó con su preparación académica y en 1984 debutó como entrenador. Desde entonces ha dejado huella en todos los equipos que dirigió.

Actualmente tiene 67 años y se encuentra libre tras finalizar su contrato con Millonarios FC. Estamos hablando de un personaje único e irrepetible, que es bastante criticado por sus métodos. Varios jugadores de los diferentes planteles que ha entrenado han atacado públicamente al santandereano por sus estrictos entrenamientos y normas de convivencia.

Experiencia y temperamento, esas son las palabras que mejor describen a Jorge Luis Pinto Afanador. El entrenador más criticado en Colombia, que es también el que más lejos ha llegado en un Mundial (cuartos de final con la Selección de Costa Rica). El diario ‘MARCA’ de España ha querido reconstruir su historia, con diferentes confesiones en las que dejó al algunas de sus frases más recordadas.

ETAPAS DE JORGE LUIS PINTO EN MILLONARIOS

– En el colegio, de 8 o 10 años, era de un equipo en Colombia. A mis compañeros de Colegio les decía: ‘cuando yo esté grande, voy a dirigir este equipo’. Y fue el primero que dirigí.

– Millonarios tiene mucha historia. Impuso un estilo que los historiadores me cuentan, en la época del Dorado por ejemplo. Algo tiene que quedar en esta camiseta y eso hay que llevarlo al campo de juego.

– Hubo un detalle que me partió el alma: en la puerta principal del estadio del Sevilla hay varios escudos de los equipos que jugaron en ese estadio y está el de Millonarios. Yo se lo digo a los jugadores y por eso les pido que lo trasmitan en el campo.

Jorge Luis Pinto

CRITICAS A JAMES RODRÍGUEZ

– James dejó la disciplina y el amor por el entrenamiento. Cuando al jugador le deja de gustar el entrenamiento, se acabó para el fútbol. James se relajó en eso, fue apresurado, como en el Mundial, estando semilesionado y eso le ha afectado su estatus deportivo.

– Para que James vuelva a su punto, tiene que sacrificarse más, sentir más el fútbol y dedicarse a ello, porque el fútbol nos cobra a todos. Uno no deja al fútbol, el fútbol lo deja a uno.

Zidane ha sido muy fino y yo lo defiendo porque uno tiene que vivir el interior del grupo. Zidane lo ha tratado de mil maravillas como técnico, entendió muchas cosas, antes aceptó su salida y ahora aceptó su regreso. James tiene que volver a su nivel, de eso no hay duda. James es culpable de su destino.

PELEAS DE JORGE LUIS PINTO EN LA CANCHA

– Ese es el fútbol y el fútbol permite todas estas cosas. Lo más grave del espectáculo son las condiciones arbitrales. No me toquen la lengua porque yo no soy inocente ya a estas horas de la vida. Ustedes los periodistas vieron el partido, ven la película. cuenten lo que pasó en la cancha con Julio Comesaña.

– Con Bolillo tuve que decirle lo que siento y lo que yo pienso, frente a frente, de tú a tú, a 30 centímetros de distancia. Me duele. La verdad, fue un gesto feo e inoportuno para el fútbol, que lo cometimos los dos, ¿sí? Pero tenía que decir las cosas como son. Yo soy un hombre pulcro, honesto.

– Cuando yo era técnico de Santa Fe y ‘Chiqui’ García de Millonarios se pudo probar que en cerca de cinco oportunidades compró al arquero cardenal, a quien se lo dije de frente y me pidió perdón.

Después, a la una de la tarde, antes del clásico capitalino que definía parte del título, le mandó ofrecer un millón de pesos a un jugador nuestro por intermedio de un muy conocido entrenador del fútbol colombiano que ambos conocíamos.Ahí empecé a enfrentar la situación, recolecté pruebas y las presenté.

Las grabaciones que tengo en mi poder y que algún día publicaré en un libro, que están en la propia voz de árbitros, son prueba fehaciente de los hechos gravísimos que sucedieron en el fútbol colombiano. Muchas veces no lo creyeron los dirigentes, pero las pruebas son muy claras.

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