El día que Messi miró a Riquelme como si fuera Jesucristo

Lionel Messi quedó impactado el día que compartió por primera vez con Román Riquelme, en una barbacoa de los jugadores del Barcelona.

El 24 de junio no es un día más para los fanáticos del fútbol. Y mucho menos para los aficionados argentinos. Ese día guarda muchos recuerdos especiales relacionados con el balompié. Entre ellos que se festeja el cumpleaños de dos de los mejores jugadores de la historia.

Estamos hablando de Lionel Messi y Román Riquelme, quienes recientemente celebraron un año más de vida. Pero este par de cracks gauchos tienen muchas más cosas en común. Compartieron varios años en la Selección Argentina y un par de temporadas en el FC Barcelona, aunque en el equipo culé no alcanzaron a jugar juntos.

Leo y Juan compartieron cancha en el Mundial de Alemania 2006, la Copa América de Venezuela 2007, los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 (donde consiguieron la medalla de oro) y las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010. Pese a que vivieron muchos momentos juntos dentro del terreno de juego, la anécdota que más recuerdan es una que tuvieron fuera de ella.

La historia fue contada hace un par de años por Josep Minguella, quien fue el primer agente que tuvo Messi. El ex-representante de Leo escribió una columna para el diario ‘SPORT’ de Cataluña, en la que reveló los detalles del día que se conocieron. Estas fueron sus palabras:

ANÉCDOTA DE LIONEL MESSI Y ROMÁN RIQUELME

«Estuve con Leo Messi hasta que él tuvo 16 o 17 años, luego yo me retiré y fue el padre quien le cogió. Yo le iba a ver los sábados por la mañana a las once, cuando jugaba en el cadete, en los campos anexos al Mini Estadi. Jugaba con Piqué, Cesc, Víctor Vázquez… Y luego íbamos a tomar algo. Siempre te daba un par de besos, era y sigue siendo muy amable y tranquilo.

Messi y Riquelme en Argentina

Recuerdo que alguna vez le dije: ‘Oye, has estado bien, pero pasa más el balón o si no los compañeros te van a coger manía’. Él no respondía, se quedaba callado. Y evidentemente nadie le cogía manía, era todo lo contrario y generaba admiración, igual que ahora porque, además de ser un enorme futbolista, nunca ha sido un jugador al que le haya gustado hacer ostentación de nada. Era un chaval tímido y callado y siempre se comportaba así.

A veces venía a casa cuando hacíamos alguna barbacoa. Recuerdo una en concreto a la que vinieron Riquelme, Rochemback, Motta y algún otro jugador. La hicimos una tarde-noche y aún puedo verle sentado en el fondo de una mesa desde donde miraba así, por debajo del pelo, a Riquelme. Lo observaba como si fuera Jesucristo Superstar. ¡Claro! Para él era el ’10’, zurdo, jugaba en el primer equipo del Barça y era su gran ídolo. Pero solo lo miraba porque Leo era muy discreto y le tenías que sacar las palabras.

Creo que esa personalidad ha sido también una suerte para el Barça. Creo que el Barça ha tenido doble suerte con este jugador, la hemos tenido todos los barcelonistas. Primero, por la calidad excepcional que tiene a nivel deportivo y segundo, porque después de tantos años que ha pasado en el Barça, no ha tenido nunca ni un solo problema extradeportivo. Porque para mí el tema del fisco no es un tema personal suyo, no es imputable a algo que él haya hecho, sino a su empresa. Me refiero a que no ha habido ni un solo problema como podría ser un incidente con el coche tras haber salido de noche o problemas con la familia. Nada de eso. Está casado, con tres críos. Acaba el entrenamiento y desaparece.

Sale de vez en cuando en una foto con la mujer y los hijos. O con Suárez. Que de un personaje de este nivel no te enteres de nada es una bendición. Se va a no sé dónde a hacer un anuncio y ni te enteras. Eso es una doble suerte porque si un personaje así te sale un poco rebelde a nivel de comportamiento, de educación, con los compañeros, te crea un problema extra y, en cambio, desde que llegó y hasta ahora, 18 años después, no se le conoce nada».

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