Daniel Iker Casillas, Keylor Navas y Diego López protagonizaron una intensa sesión que marca el inicio de la lucha por ser el guardameta titular del equipo merengue.
Como ya es costumbre, Real Madrid ha vuelto a ser el protagonista principal en este mercado de verano. Como ya ha sucedido en las últimas temporadas, el equipo blanco ha aprovechado este periodo para lograr la contratación de tres de los mejores jugadores del Mundial que se disputó recientemente en Brasil.
El primer golpe lo dio al fichar al jugador con más pases del torneo: Toni Kroos. Luego, sorprendió al mundo con la llegada del goleador del certamen: James Rodríguez. Y finalmente, confirmó la vinculación de uno de los mejores arqueros de la competición: Keylor Navas. Así demostró una vez más que en sus filas solo hay lugar para esos futbolistas que dan de que hablar en el mundo.
Pero la contratación del meta costarricense va más allá de su valor. Su llegada supone la lucha entre tres de los mejores arqueros de la actualidad por un puesto en el once titular. Lo dicho quedó demostrado este martes en el primer entrenamiento de porteros del Real Madrid en esta pretemporada, con miras al partido de Supercopa de Europa ante Sevilla.
En una sesión marcada por el alto nivel de sus protagonistas, Iker Casillas, Keylor Navas y Diego López dejaron ver sus reflejos a la hora de cumplir con los ejercicios que mandaba el preparador de arqueros Villian Vecchi, quien se mostró complacido de trabajar con estos tres grandes deportistas que desde ya han armado el debate: ¿quién debe ser el titular?
Con respecto al desempeño de Keylor Navas, demostró lo que había prometido en su presentación, que había venido a trabajar y a luchar por un puesto. Diego López, al que se sitúa fuera del equipo, se le vio muy motivado y concentrado, al igual que Iker Casillas que dejó alguna intervención marca de la casa.
Los tres realizaron diferentes ejercicios en los 15 minutos de este primer entrenamiento de porteros abierto para la prensa. Primero debía atrapar balones al bote, después eran fusilados desde corta distancia, para después, una vez integrados en el grupo, defender la portería en jugadas de ataque y bajo situación real de juego.