Robben acabó con su ‘maldición’ en las finales

El criticado y talentoso futbolista holandés fue figura del reciente título del Bayern Múnich en la Champions League.

La vida te da ‘revanchas’ y el fútbol también. Está permitido caer mil veces, pero es obligatorio levantarse y seguir, sin importar lo que diga la gente. De ello puede dar testimonio el holandés Arjen Robben, volante extremo del Bayern Múnich.

El reciente título del conjunto alemán en el torneo de clubes más importante del mundo ha dejado un sin número de particularidades por analizar, entre ellas lo que ha vivido Robben en las finales que ha disputado no sólo con el club bávaro, sino que además, con su selección.

En la memoria de todos aún están los dos mano a manos que falló Arjen ante Casillas en la final del pasado mundial de Sudáfrica 2010, en el que finalmente España se proclamó campeón. Igual de difícil es olvidar el penalti errado por Robben en la final de la Champions de la temporada anterior, donde una vez más el holandés fue villano y vio como el rival se alzaba con el título.

En la final del pasado sábado ante el Borussia Dortmund algunos hinchas temían que una vez más saliera a flote su ‘maldición’. Sin embargo, la tercera fue la vencida y el ex-Real Madrid logró finalmente ser el héroe de una ‘Orejona’ que se le había escapado al Bayern en dos ocasiones anteriores. Esa noche, Arjen se quitó esa espinita que tenía clavada para ser, por fin, campeón de Europa.

Robben tuvo varias oportunidades claras para marcar, pero su ansiedad no le permitió decidir correctamente y lo único que logró fue aumentar las posibilidades de que su ‘maldición’ le volviera a afectar. Para suerte del Bayern no fue así.

Cuando todo pintaba para el alargue, Robben apareció como un ‘Ave Fenix’ en el minuto 89′ para firmar una gran jugada dentro del área y batir, esta vez sí, a Weidenfeller. Arjen Robben fue la figura de Wembley y sus lágrimas fueron en esta ocasión de alegría y no de tristeza, como en las finales anteriores.

La maldición de Robben con las finales europeas comenzó en 2010. Ese año perdió la final de la Liga de Campeones con el Bayern de Múnich. El conjunto bávaro se enfrentó en el Santiago Bernabéu al Inter de Milán. Ese mismo verano volvió a sufrir un duro golpe al perder la final del Mundial de Sudáfrica ante la selección española.

Dos años más tarde el destino quiso que el holandés volviera a jugar una final de la Champions. En esta ocasión ante el Chelsea y en el Allianz Arena. Ambos conjuntos llegaron a los penaltis y la suerte se decantó del lado del equipo ‘blue’. A raíz de ello, la noche del 25 de mayo de 2013 permanecerá para siempre en la memoria de Robben, que finalmente se bañó de gloria europea.

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