Daniel El crack brasileño asegura que esa no es una de sus metas como si lo son los grandes torneos.
Tras marcar uno de sus golazos en el duelo que disputaron su equipo el Santos y el Coritiba, el mediático delantero carioca compareció ante los medios para hablar de su presente, del futuro y de sus grandes objetivos. En ese orden de ideas, dejó muy claro que sus metas están ligadas netamente a disputar «los mejores campeonatos, estar en la selección y ayudar al Santos». Y no se plantea para nada la posibilidad de convertirse en el mejor futbolista del mundo.
Luego, no supo explicar muy bien el origen de su ‘demoledor’ regate y estilo de juego. «Comencé improvisando cuando era pequeño. En casa, ponía unas sillas y una mesa y las iba esquivando», declaró el jugador, quien admitió que «no sabe» cómo logró muchas de las jugadas que enloquecen a los hinchas del Santos.
«Voy haciendo, van saliendo y acaba saliendo bien, aunque en algunos casos son jugadas que ensaya en los entrenamientos», dijo.
Tambien hubo tiempo para hablar de su experiencia como padre. «No sabía qué hacer, pero me dije a mí mismo que si había sido hombre para generar un hijo, tenía que ser hombre para asumirlo, y hoy estoy aprendiendo mucho con eso y David es mi mayor alegría», admitió.
Ademas, reconoció que en el inicio de su carrera tuvo problemas de indisciplina que hoy considera totalmente superados, pues ahora es «mucho más maduro».
Finalmente, se refirió al dinero que gana en el fútbol. «Él se ocupa de todo y solamente me deja jugar al fútbol, y yo me preocupo solamente con eso y con mi hijo», apuntó el jugador, cuyos ingresos se calculan en torno a los 36 millones de reales (unos 18 millones de dólares) anuales entre salario, publicidad y derechos de imagen.