El ariete colombiano ha dejado huella y ha mantenido un excelente promedio anotador en cada uno de los clubes en los que ha jugado.

En primera instancia les quiero aclarar que cuando habló de hambre, me refiero a la necesidad que siente un futbolista de marcar goles y no a la que se relaciona con la insuficiencia de alimentos en la nutrición diaria. Y precisamente es esa carencia de goles la que nunca ha caracterizado al jugador de moda en Europa, Falcao García, quien desde sus inicios en River Plate, siempre ha mantenido un llamativo promedio anotador, que lo han terminado convirtiendo en figura de cada uno de los clubes en los que ha militado.

Los 40 millones de euros que costó se antojan baratos analizando sus números. En 53 encuentros oficiales con la camiseta rojiblanca ha marcado 42 goles. O lo que es mo mismo, promedia 0,79 tantos por partido. Además, cuanto más fiero parece el contrincante, más se crece El Tigre, quien con sus goles ha permitido al Atlético ampliar su palmarés con una Europa League y la citada Supercopa.

Que Falcao es sinónimo de gol ya quedó claro en su etapa en el Oporto, donde firmó unos dígitos similares promediando 0,82 tantos por encuentro. En concreto, el delantero sudamericano vio puerta 72 veces en 87 choques y resultó clave en la conquista de la Europa League de 2011, al margen de los títulos que el club que preside Pinto da Costa conquistó en Portugal con El Tigre en sus filas.

Y fue en el país vecino donde se destapó, ya que antes de cruzar el charco, sus números fueron más discretos. Después de cinco años en las categorías inferiores de River Plate, debutó con el primer equipo argentino en 2005. En cuatro temporadas y media saboreó por primera vez lo mejor y lo peor del fútbol. Promedió casi 0,40 goles por partido pero en 2006 sufrió una grave lesión de rodilla que le tuvo casi un año de baja.

Con 26 años, a Falcao le quedan muchos goles por marcar y muchos títulos por conquistar, con el Atlético de Madrid o con el club que se decida a abonar los 60 millones de euros que figuran en su cláusula de rescisión. Si se da la segunda hipótesis, seguro que el que para los aficionados es el mejor ‘9’ del mundo demuestra con el paso del tiempo que pagar 60 kilos por un Tigre es una ganga.

Fuente: Marca.com

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