Daniel En un partido que tuvo de todo, Barcelona derrotó (3-2) al Atlético de Madrid, en la vuelta de estos cuartos de final de la Copa del Rey.
Este resultado vivido en el Vicente Calderón se suma a la victoria catalán (1-0) del partido de ida y le permite a los dirigidos por Luis Enrique clasificar a la siguiente ronda del certamen. Ahora sólo queda esperar el rival de las semifinales que saldrá de la llave entre Sevilla y Espanyol, que tendrá su definición este jueves en el Sánchez Pizjuán.
Las emociones llegaron desde el pitazo inicial y en eso tuvo mucho que ver Fernando Torres (minuto 1), que rápidamente adelantó al local. Mala salida del balón de Mascherano y gran acción individual del atacante español que envió la pelota al fondo de la red. No tardó mucho la reacción de los azulgranas por intermedio de Neymar (10 minutos), que igualó las acciones. Messi inició la jugada con un regate, Suárez la continuó con una gran asistencia y el brasileño la culminó con una contundente definición.
Así pasaron varios minutos hasta que Raúl García (minuto 30), aventó desde los once metros nuevamente a los colchoneros. Mascherano se cruzó en el camino de Juanfran y el árbitro consideró que era penalti. La repetición deja muchas dudas, especialmente porque el contacto fue fuera del área. Volvió a reaccionar el cuadro culé con tan buena suerte de Joao Miranda (38 minutos), metió la pelota en su propio arco. Se elevó Busquets para rematar el centro de Rakitic desde la esquina y tras tocar el cuero en Miranda, entró junto al palo derecho de la portería que defiende Oblak.
Y lograría darle vuelta al marcador el equipo visitante gracias a Neymar (41 minutos), que se fajó una definición de crack. La jugada arrancó con una mano de Jordi Alba en su área de la que no se percató el colegiado. Messi comandó el contragolpe, filtró para la descolgada del propio Alba y pase para que Neymar eludiera al arquero y metiera la pelota con tranquilidad. Así terminó uno de los primeros tiempos más intensos de la temporada.
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La etapa complementaria inició con la misma polémica, pero sin la presencia de un Gabi que fue expulsado en el entretiempo cuando se dirigían los jugadores al camerino. Un supuesto insulto al árbitro le costó la roja al capitán de un Atlético de Madrid que terminó con nueve futbolistas, tras la también expulsión de Mario Suárez. La inferioridad numérica permitió que el Barcelona le bajara los ánimos al encuentro con la posesión del esférico y se convirtiera en el clasificado a semifinales.