Daniel Los jugadores del Raja Casablanca querían llevarse un recuerdo suyo y él en medio de su humildad dejó que le quitaran hasta los guayos.
Corren los segundos, se van los minutos, pasan los días, los meses, los años y sin embargo, lo único que no parece acabarse es el talento y la magia de Ronaldinho Gaúcho, considerado por muchos el mejor futbolista de todos los tiempos.
El talentoso y experimentado volante carioca sigue marcando goles de crack, al mejor estilo que lo llevaron tiempo atrás a ser considerado, el mejor jugador del mundo y a brillar en grandes equipos como el Barcelona de España, donde es recordado como uno de los fundadores de la hegemonía catalán.
Despedido del Flamengo por la puerta de atrás, ‘Dinho’ encontró en el Atlético Mineiro la oportunidad perfecta de demostrar a los críticos que pese a su polémica y alegre forma de ser, aún tiene mucho por dar como futbolista y unos cuantos trucos más para llegar al Mundial.
Y es que basta sólo con mirar la última anotación de Ronaldinho, en la derrota de su equipo (1-3) ante el Raja Casablanca en las semifinales del Mundial de Clubes, para convalidar lo que estoy diciendo. El criticado por muchos e idolatrado por otros, mandó al fondo de la red una pelota que cogió una curva impresionante y sorprendió al portero tras un exquisito cobro de tiro libre.
Su bonita anotación nos dejó a todos sin aliento, pero al final del partido Ronaldinho protagonizó una de las escenas más curiosas del año y que pasará a la historia del Mundial de Clubes, torneo del cual se despidió como el autor del mejor gol.
Una vez confirmada la eliminación del conjunto brasileño, los jugadores y el cuerpo técnico del Raja Casablanca se fueron acercando a Ronaldinho para saludarlo, tocarlo, abrazarlo y hasta besarlo, pues nadie quería irse sin antes dar una muestra de admiración al eterno crack.
Además de intercambiar camisetas, los futbolistas del cuadro anfitrión quisieron llevarse un recuerdo del «10» brasileño y él, en medio de toda su humildad, permitió que se le llevaran hasta los guayos y terminó yéndose a los camerinos prácticamente desnudo.
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