Daniel El majestuoso Estadio Olímpico de Kiev, situado en la capital de Ucrania, fue anunciado como el escenario de la definición del título continental.
Pese a que en Sudamérica se definen los clasificados para octavos de final de la Copa Sudamericanas y en Centroamérica se termina la fase de grupos de la Liga de Campeones de la Concacaf, el gran protagonistas de esta semana en el fútbol mundial ha sido nuevamente la Champions League, torneo que sigue demostrando porqué es el más importante de todos.
Gran parte de su popularidad en la prensa y entre los aficionados ha sido obviamente por el inicio de la fase de grupos, sin embargo, de lo que más se ha polemizado en las redes sociales es de la sede que ha escogido la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) para la gran final de la temporada 2017-2018. Bastante curioso resulta entender que apenas ha comenzado esta nueva edición y ya todos están hablando del último partido de la que vendrá después.
La razón es una sola y tiene que ver con la confirmación oficial de Kiev, capital de Ucrania, como la sede del partido más importante de la citada campaña. La decisión fue tomada por el Comité Ejecutivo de la UEFA, en cabeza de su nuevo presidente Aleksander Ceferin, que además ha revelado las fechas y los escenarios seleccionados para las finales de la Europa League y de la Supercopa de Europa de ese futuro ejercicio.
En ese orden de ideas, los altos mandos del organismo europeo han decidido que la final de la Europa League 2017-2018 se desarrolle en el Estadio Gerland, con sede en Lyon, Francia. A su vez, que la disputa de la Supercopa de Europa 2017-2018 se lleve a cabo en el A. Le Coq Arena, con sede en Tallin, Estonia. Será la segunda ocasión que los tres estadios, de reciente construcción o reforma, alberguen las finales de los principales torneos continentales.