Daniel Levir Culpi, director técnico de Atlético Mineiro, asegura en esta entrevista que la salida del astro brasileño se dio por su falta de compromiso.
Ronaldinho Gaúcho es uno de esos personajes que ya tiene asegurado su lugar en la historia del fútbol. Algunos lo recordarán por su alegre manera de jugar, otros por su impresionante técnica con el balón y también están los que jamás olvidarán su siempre polémica forma ser.
El crack carioca es uno de esos jugadores que dentro de la canchas se ganaron la admiración del mundo entero, pero que fuera de ella solo lograron conquistar criticas. Lo dicho queda comprobado a través de unas recientes declaraciones de Levir Culpi, director técnico de Atlético Mineiro, durante una entrevista concedida al diario ‘Estado de Minas’. El estratega tomó el caso del futbolista más alegre de todos los tiempos para responder a una pregunta relacionada con las grandes estrellas y su influencia en el trabajo de los entrenadores.
Fueron las palabras utilizadas por Levir para de paso explicar una de las razones por las cuáles no impidió la marcha del astro brasileño a mitad de este año. Además, el mencionado técnico respaldó su pensamiento comparando la actitud del ex-Barcelona con otro compatriota. «Algunos jugadores, como Kaká, ayudan mucho» y agregó que «todo depende de la profesionalidad de cada uno».
A pesar de ello, el entrenador brasileño alabó el rendimiento de Ronaldinho en el Atlético Mineiro y dijo que su paso por el equipo «dejó huella» y agregó que debe ser «recordado con buenos ojos» por parte de los aficionados. «El deportista no necesita ser la estrella, pero sí que tiene que comportarse bien», agregó Culpi.
Desde la llegada al equipo de Levir el pasado abril, se produjeron varios roces entre ambos debido a que el técnico sustituyó al jugador en numerosas ocasiones al considerar que su rendimiento no era el adecuado. El pasado septiembre Ronaldo Asis fichó por el Querétaro tras finalizar su vinculación con el Atlético Mineiro a finales de julio.
El atacante se convirtió en el ídolo de la afición y en el líder del equipo en las dos temporadas que permaneció en el Atlético Mineiro, con el que ganó la Copa Libertadores en 2013, el título más importante en la historia del club.