Ousmane Dembélé sigue siendo el hombre del momento en el fútbol mundial. Tras su gran temporada con el París Saint-Germain, el extremo francés concedió una entrevista al diario L’Equipe para hablar de varios temas. Estas fueron las palabras de Dembélé:
BALÓN DE ORO
«Ganar un Balón de Oro siendo futbolista es, sin duda, el Santo Grial a nivel individual. Es algo con lo que sueñas de pequeño. Siempre juego al mismo fútbol. Desde pequeño, he querido complacer a la gente que viene al estadio. Me gusta regatear, pero también soy alguien que ayuda muchísimo al equipo y que quiere marcar.
Después, cada uno piensa lo que quiere y vota lo que quiere. Si te gusta Ousmane Dembélé, bien; si no, la vida sigue. Ya veremos. Estar entre los favoritos al Balón de Oro ya es una victoria para mí».
CAMPEÓN DE CHAMPIONS
«Marquinhos y Kimpembe llorando, fue hermoso ver esta emoción del capitán. Luego, la comunión con el público al pitido final fue excepcional. Son imágenes grabadas para siempre. Nos lo merecemos».
CAMBIO DE MENTALIDAD
«He cambiado muchas cosas en mi vida diaria. Dentro y fuera del campo, con mi preparador físico, los fisioterapeutas. Me ha permitido rendir mucho mejor, especialmente en los últimos dos años. Soy un poco más profesional. Lo era antes, pero ahora lo soy aún más.
Ahora, incluso en mis días libres, me gusta ir al centro de entrenamiento, recuperarme y trabajar con los fisioterapeutas. Antes, iba a casa, jugaba al NBA 2K y veía un poco la tele. Era más joven, es normal. Pero, con el tiempo, se paga, y lo vi especialmente en Barcelona.
Llegué joven, jugué allí de los 20 a los 26 años, tuve muchos problemas físicos. Aprendí mucho allí, me fue útil. Ahora conozco mucho mejor mi cuerpo y, como resultado, me lesiono menos».
RELACIÓN DE LUIS ENRIQUE CON DEMBÉLÉ
«Dice que el fútbol no es una guerra, sigue siendo un partido, y que hay que controlar las emociones. Nos pide que no estemos al 200%, sino al 100%. Hay que estar motivado, pero no sobremotivado. Antes de la final, también nos dijo que disfrutáramos porque son momentos que quizá no volvamos a vivir en nuestras carreras.
Siempre parece distante, lo que a veces da la impresión de que no le importa, pero es completamente falso porque es alguien con ambición. Está centrado en el colectivo, no en las estrellas. Con un entrenador como él, sabes que si no defiendes, irás al banquillo, alguien ocupará tu puesto».