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Confesiones, Secretos e Historia de Zlatan Ibrahimovic

Zlatan Ibrahimovic se confesó para revelar, entre otras cosas, cuál fue el compañero que casi lo mata y por qué odiaba tanto la filosofía de Pep Guardiola.

Nació en Malmö, Escania, el 3 de octubre de 1981. Debutó a los 18 años, lleva más de 20 temporadas como futbolista profesional y por ahora no piensa en retirarse. Actualmente tiene 38 años y es la gran figura de uno de los equipos más grandes de Italia.

Estamos hablando de un delantero inigualable. De un goleador prolífico conocido por su buena técnica, potencia, fuerza y creatividad en el aire. Suma 925 partidos, 547 goles, 202 asistencias y 31 títulos entre sus clubes y selección. Un futbolista único e irrepetible, como él mismo lo dice.

Solamente Zlatan Ibrahimovic puede hablar de Zlatan Ibrahimovic. Por eso él mismo se ha encargado de reconstruir su historia y su vida en el fútbol. Lo ha hecho a través de diferentes confesiones en las que dejó al descubierto algunos de sus secretos mejor guardados.

ÍDOLO DE ZLATAN IBRAHIMOVIC

Pocas personas tienen el ego de Zlatan, pocos se miran al espejo y ven sus goles y lo ven todo tan bonito. Pero hasta él tuvo un ídolo en el que fijarse para copiarle en el terreno de juego.

«Quería ser como Ronaldo, todo lo que hacía te impresionaba. Podía hacer una cosa muy difícil y convertirla en magia. No había un jugador como él antes y no tenemos un jugador como él ahora».

ORGULLOSO DE SU PROCEDENCIA

«Puedes sacar a un chico de Rosengard, pero nunca sacarás Rosengard del chico». Es la frase que Ibrahimovic lleva tatuada a fuego. Diferente a los demás, difícil de comprender y explicar.

«Puedo llegar a ser un dolor en el culo, soy difícil de tratar. Cuando se trata de fútbol, me gusta regatear antes que pasar y eso molesta a mis compañeros, pero es parte del juego. Sin estas cosas el fútbol sería aburrido».

EL FUTBOLISTA QUE CASI LO MATA

En su autobiografía, Zlatan confesó que Mido casi le mata un día en el vestuario del Ajax tras un partido contra el PSV. El egipcio fue sustituido y el sueco le negó el saludo en el momento del cambio. El gesto fue considerado una ofensa para sus compañero.

«Entró al vestuario y nos llamó miserables cabrones y yo le dije que el único cabrón que había era él».

Ahí no quedó la cosa, claro. La respuesta de Ibrahimovic desató a Mido, que lanzó unas tijeras que el sueco esquivó todavía no sabe cómo. Confesó incluso haber temido por su vida.

«Se volvió completamente loco. Las tijeras pasaron rozando mi cabeza y se estrellaron contra la pared provocando una grieta».

PROBLEMAS DE ZLATAN IBRAHIMOVIC CON PEP GUARDIOLA

«Mi problema en el Barcelona fue un hombre, el filósofo. Me encontré en una situación donde el entrenador no me hablaba y eso fue algo nuevo para mí y no sé qué pasó. Hoy todavía no sé cual era el problema». Así explicó el sueco la razón de su paso efímero por Cataluña.

Un día en el vestuario no se cortó delante de Guardiola. El delantero golpeó una caja y le dijo a la cara: «No tienes huevos. Te cagas delante de Mourinho ¡Vete a la mierda!.

Después de enfrentarnos, Guardiola se escondía de mí, era un cobarde. Esperaba que pasara yo antes de salir del vestuario. Como técnico es un fenómeno, pero como hombre…

Mi problema en el Barcelona fue el filósofo. Me sacrificó por Messi y no tuvo el valor de decírmelo. Su discurso filosófico es una mierda para los avanzados».

IDENTIFICADO CON JOSÉ MOURINHO

La relación de Ibrahimovic con Guardiola contrasta con la que mantuvo con Mourinho. Le entrenó en el Inter y luego en el United: «Mou es como yo. Quiere probar siempre nuevos estímulos y ganar para ser siempre el número uno».

«Podría salir y matar por él. Mou siempre ha asumido retos difíciles, mientras que Guardiola los evita. Mourinho no necesita jugar un papel, el otro quiere ser perfecto».

EL EQUIPO EN EL QUE NO QUERÍA JUGAR ZLATAN IBRAHIMOVIC

El Milan rescató a Ibrahimovic del Barcelona y, tras dos años, voló hacia París… donde no quería ir. El Milan le vendió al PSG y Zlatan acabó cumpliendo porque era y es un hombre de palabra; después de intentar torpedear su propio fichaje por el club francés.

«Cuando hablé con Mino Raiola le dije que debíamos ponérselo difícil al PSG, que quería seguir cobrando lo que en el Milan. Era una forma de lograr que rechazaran mi fichaje. Pero me llamó Mino y me dijo que aceptaban y ya no había marcha atrás.

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