El nivel de sus compañeros y el temor de Zidane, son algunos de estos motivos por los que el colombiano fue enviado a la tribuna.
La reciente victoria del Real Madrid (1-4) ante la Juventus de Turín ha servido para ratificar varias cosas. Primero, el equipo merengue sigue siendo el rey de Europa. Segundo, al elenco bianconeri le terminó pesando su historia. Y, tercero, James Rodríguez se marchará en el próximo mercado.
Por pura decisión técnica de Zinedine Zidane, el centrocampista colombiano, tal y como lo habían adelantado los medios de comunicación, ni siquiera fue tenido en cuenta entre los jugadores suplentes para el decisivo compromiso en el Estadio Nacional de Cardiff, Gales. El volante cucuteño fue enviado a la tribuna y tuvo que ver desde allí el que habría sido su último partido con la camiseta blanca. Varias son las razones por las que James no fue tenido en cuenta, a continuación te comparto las cinco principales.
El mediocampo de Zidane no se toca: Kroos, Casemiro y Modric. El único lugar en el que el colombiano podría ingresar es arriba, donde Cristiano y Benzema tienen sus lugares asegurados. En ese contexto, James pelea un lugar con otros tres jugadores de mucha jerarquía (Bale, Isco y Asensio) que respondieron con altura cada vez que Zidane los puso en la cancha.
Cuando Rodríguez vio el número 10 en el cartel electrónico, se tomó todo el tiempo del mundo. Aplausos para un lado, para otro, saludos a algunos compañeros y caminata lenta y pensada, como si quisiera demostrarle al mundo que se trataba de su última secuencia en el Santiago Bernabéu como jugador del Real Madrid. Fue en la fecha 37° de la Liga, en la goleada ante Sevilla. Fue su adiós.
¿Tirado en el sector izquierdo en una línea de mediocampistas? ¿Libre? ¿Ubicado por la derecha en el tridente de ataque? En el Real Madrid, no terminó de quedar clara cuál podía ser la posición que más le favorece a James para desplegar todo su talento.
Ante Leganés, en un partido clave de la temporada, James explotó por haber sido reemplazado. Le pegó un golpe a la pared mientras se sentaba en el banquillo. Aunque Zidane se cansó de decir que se trataba de cosas «normales», lo cierto es que el colombiano no aguantó la situación en un momento que merecía otra reacción.
El francés fue jugador del Real Madrid y sabe que lo más le importa a los hinchas y a los socios es ganar. Ya como entrenador encontró un equipo falto de juego vistoso, pero diseñado para ganar. Desafortunadamente, para cumplir con su objetivo nunca necesitó de la surda de James y su miedo de no ganar la Duodécima lo obligó a dejar al colombiano en la tribuna.