El astro gaucho, que con el Barcelona lo ha ganado todo, perdió ante Chile su tercera final, la segunda de Copa América, con la camiseta albiceleste.
Lionel Messi perdió este sábado una nueva posibilidad de conseguir eso que tanto se le exige para pasar a la historia como uno de los mejores futbolistas: un título importante con la selección Argentina. La estrella del Barcelona se ha quedado una vez más aportas de dar una alegría a su país y de paso callar las bocas que constantemente le critican.
Ante Chile ya son tres las finales que pierde Leo con la camiseta albiceleste. Tan mala ha sido su suerte en su paso por la selección que en muchos sectores de la prensa se ha comenzado a hablar de una supuesta «maldición» que le ha impedido al cuatro veces Balón de Oro alzarse con un trofeo de selecciones. Definitivamente hay que buscar una explicación más allá de lo terrenal para entender por qué todas las finales que gana con el Barcelona las pierde con Argentina.
Tras una temporada en la que consiguió el triplete y se destacó con una participación activa en cada uno de los títulos, Messi volvió a sufrir el lado más amargo del fútbol con su país. Mojó de lágrimas la camiseta albiceleste. La Copa América se escapó como se esfumó el Mundial en Brasil exactamente hace un año. Esta vez fue peor. No hubo gol ajeno en la prórroga, ocurrió en los penaltis. Una verdadera pena máxima.
El rosarino cumplió en la tanda con su lanzamiento inciial, pero los errores de Gonzalo Higuaín y Éver Banega le condenaron a otro disgusto. Él fue el único argentino que batió a Claudio Bravo desde los once metros. No sabe si algún día se quitará tantas espinas. Es su tercera final perdida con Argentina, dos Copas América (la de este sábado y la de Venezuela 2007) y el Mundial de Brasil 2014.
Ahora se viene un nuevo duelo emocional en el que tendrá que soportar de todo. Los críticos que siempre le esperan volverán a señalarle. No es para menos. Como en la final de Río, Leo casi no apareció en Santiago. Metió el penalti y poco más. Se le buscó durante toda la noche. El plan de Jorge Sampaoli resultó. Le colocaron a un Pitbull persiguiéndole y a todo un ejército. Chile detuvo a Lionel Messi jugando al límite. Hasta se llevó una patada en el pecho del propio Gary Medel. Leo sólo sufrió.
Después de lo visto este 4 de julio comparto ese pensamiento de la gente que asegura que Messi está «maldito» con su selección. Un hecho muy lamentable para él, que no pelea contra los demás sino contra la historia. Las alegrías que tiene con el Barcelona son desgracias con Argentina. Con su país sólo ha ganado el Mundial sub-20 de Holanda en 2005 y el oro de los Juegos de Pekín en 2008. La Copa América y el Mundial la ha tocado con los dedos para después llorar desconsoladamente. Con 28 años espera tener otra oportunidad. La definitiva.