Josep Guardiola no aceptaría renovar su contrato con el Barcelona y dejaría el club el próximo 30 de Junio.
Así lo confirma la prensa catalán y diferente medios virtuales, aunque la noticia no se ha hecho oficial por parte del club, anunciando que Guardiola ha decidido no renovar su contrato que concluirá el próximo 30 de junio, por lo que su ciclo en el banquillo azulgrana, llegaría a su fin. Guardiola considera que su ciclo glorioso al mando del conjunto catalán, llegó a su final y dará paso a otro estratega, para que marque su sello en la historia del club. Una historia que escribió unas de las mejores paginas bajo la dirección del español, no solo por los buenos resultados obtenidos sino que también por su particular estilo de jugar al fútbol.
Josep Guardiola asumió la dirección técnica del Barcelona el 15 de junio del 2008, cuando los catalanes estaban en su segundo plano, resultado de la participación de España en la Eurocopa y los dos títulos de Liga consecutivos del Real Madrid. La experiencia de Pep se resumía a un entrenamiento que tuvo en la tercera división, por lo que se generaban dudas sobre las capacidades de dirigir al conjunto azulgrana. Más incertidumbre se creó cuando cayó derrotado en la primer jornada de liga frente al Numancia, dando razón a los miles de fanáticos que no confiaban en el español.
Sin embargo, tras ese primer resbalón el equipo comenzó a funcionar para convertirse en una orquesta bien afinada que conquistó todo a su paso. En su primera temporada en el banquillo azulgrana conquistó todos los títulos por los que compitió (Liga, Copa, Copa de Europa, Supercopa de Europa, Supercopa de España y Mundial de Clubes) y enamoró a Europa por su estilo de juego y su arriesgada política de canteranos, dando protagonismo a jugadores como Sergio Busquets o Pedro, quienes dieron el salto directamente desde Tercera División.
Su segunda temporada volvió a levantar la Liga, pero dejó escapar la Copa y la Liga de Campeones. Fue el momento más bajo del ciclo de Guardiola. Sin embargo, ese año encontró la clave del éxito: centró a Lionel Messi. El argentino abandonó la banda para convertirse en un falso nueve. Así, en su tercera temporada los azulgrana mejoraron los registros del primer año de Pep como catalán y brillaron en todas las competiciones. La derrota en la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid fue un lunar en una temporada perfecta. La Liga y la Copa de Europa coronaron ese éxito.
La cuarta temporada de Guardiola en el Barcelona parece que será la última. El técnico no quiere asumir la responsabilidad de comandar el relevo generacional del equipo, sacrificando a algunos jugadores importantes pero que llegan al final de sus carreras como Carles Puyol y abandonará el club. Ha decidido que no renovará su contrato y espera marcharse cargado de más títulos. ¿Estamos ante un fin de ciclo?
