El Bayern derrotó al Paderborn pese a que Manuel Neuer, por querer salir jugando con los pies, le regaló un gol a Dennis Srbeny.
La Bundesliga está que arde. Van 23 jornadas y solamente seis puntos separan al primero del quinto. El liderato ha cambiado de dueño en las últimas fechas y da la sensación que cualquier cosa puede pasar de aquí al final de la temporada.
El Leipzig sigue ganando, el Dortmund continúa sumando y el Bayern no afloja. Sin embargo, a los bávaro les está costando más de la cuenta ganar. El pasado viernes enfrentó al colero y tuvo que sufrir bastante. Pese a que nunca estuvo por debajo en el marcador, luchó hasta los minutos finales para quedarse con los tres puntos en el Allianz Arena.
Los ganadores de las últimas siete Bundesligas fueron salvados por un doblete de Robert Lewandowski, que ya lleva 38 goles en todas las competiciones esta campaña; el otro tanto del local lo anotó Serge Gnabry. El visitante, que nunca se dio por vencido, logró igualar dos veces el compromiso a través de Dennis Srbeny y Sven Michel.
En general, fue un mal partido del Bayern, sin ideas en ataque, con poco fútbol en el mediocampo y todo a escasos días del enfrentamiento de Champions ante el Chelsea. Pese a todo ello, los dirigidos por Hans-Dieter Flick llevan nueve partidos consecutivos sin perder en la Bundesliga. Por eso se mantienen líderes con 49 puntos.
La victoria estuvo manchada por el grosero error del portero bávaro en la primera parte. El Bayern iba ganando más o menos plácidamente, pero un control erróneo del capitán, al borde del descanso, propició el tanto del empate de Srbeny. El atacante del Paderborn aprovechó el regalo de Manuel, que quiso salir jugando con los pies, para marcar de gran manera dentro del área.
