El estratega azulgrana se muestra ilusionado con la posibilidad de acabar su exitoso ciclo con la consecución de un título más.
Tras remontar al Eibar y quedarse con el segundo puesto en la Liga Española, el FC Barcelona se prepara para enfrentar este sábado al Deportivo Alavés, en la gran final de la Copa del Rey. En la previa al compromiso, Luis Enrique compareció ante los medios para analizar lo que será su último partido como técnico culé. Te dejo con las declaraciones de Enrique.
Final: «Ilusiona no sólo por este dato, sino por el mero hecho ganar un título de esta trascendencia. Tengo la posibilidad de cerrar mi ciclo en el Barça con otro campeonato. Nos enfrentamos, sin duda, a la revelación de la Liga. Me interesa que el equipo haga un buen partido. Si jugamos bien, tendremos más opciones de ganar. Cuesta mucho, si analizamos la trayectoria de esta Copa del Rey, llegar a la final. Debemos aprovechar el momento para ganar un título más».
Alavés: «Es un equipo en forma y que ha hecho una temporada a un gran nivel. Aprovechan muy bien el juego largo a través de Deyverson y las bandas. Están muy bien estructuras y es difícil meterles goles. ¿El sistema? Lo pueden cambiar varias veces durante el partido. Intentaremos que les pese la falta de costumbre de jugar finales».
Balance: «Me quedo con todo. Quedarse sólo con lo bueno sería muy fácil. Quedarme con lo malo, sería absurdo. La verdad es que no he tenido que cambiar mi modus operandi. Ha sido siempre el mismo. Me he exigido lo mismo. Esta semana he gastado toda la energía en el Alavés. Me interesa muy poco lo que pueda haber dejado aquí porque forma parte del fútbol. Cuando te fichan para un equipo de este nivel lo hacen para que ganes títulos con el estilo Barça. Lo hemos conseguido. En general, ha sido una experiencia positiva».
Prensa: «Me llevo que esto es un circo y no voy a definir quién es el payaso. La sala de prensa no es donde me he sentido más a gusto. Me interesa poco la parafernalia. Me he intentado proteger. Es mi estilo y no lo cambiaré a los 47 años. He intentado restar a lo que me venía sin ofender a nadie. Igual vengo el día 10 de julio y os doy una sorpresa. O un infarto a alguno. Nunca digas nunca. Soy joven, simpático, agradable… ¿Por qué no volver? Decís que he envejecido con el cargo. No diré nada de alguno de vosotros, de kilos y demás».
