Esto dijo Jorge Valdano sobre los recientes ridículos del Real Madrid

El ex-futbolista argentino cree que el inicio del caos merengue fue el despido de un entrenador como Ancelotti que se había ganado el vestuario.

La primera mitad de esta temporada 2015-2016 ha terminado siendo bastante irregular para el Real Madrid. Si bien es cierto que deportivamente se han conseguido buenos resultados, también está claro que administrativamente el club ha dejado de ser un ejemplo a seguir para convertirse en la burla del mundo entero.

Varios han sido los episodios negativos que han manchando el buen nombre del conjunto blanco. Es por ello que sus ex-integrantes han venido dando su opinión al respecto. Uno de los últimos en hacerlo ha sido Jorge Valdano, quien durante una reciente entrevista concedida al diario ‘Récord’ repasó la actualidad del plantel, la inestabilidad del puesto de Rafa Benítez y los errores cometidos por el club, según él, con el despido de Carlo Ancelotti. Te invito a repasar sus declaraciones.

Carlo Ancelotti: «Los jugadores que escuchaban y respondían por afecto al discurso de Ancelotti, en estos días obedecen como soldados las órdenes de Benítez. No es lo mismo. Florentino arriesgó al prescindir de un hombre que se había ganado al vestuario. Es muy difícil que un grupo de jugadores de élite lleguen a querer a su entrenador».

Rafael Benítez: «Rafa Benítez lucha por alcanzar ese nivel, pero aquello que Ancelotti conseguía con naturalidad, a Rafa le cuesta esfuerzo porque su discurso cientifista es inevitablemente frío».

Camino: «Para volver a sentir como un equipo las fórmulas de Benítez tienen que asegurarle triunfos al equipo, goles a Cristiano, espectáculo al hincha… En fin, resultados. Solo que en el fútbol los resultados no se pueden asegurar y son más difíciles de alcanzar cuando no hay una persona, una idea o unos valores que produzcan en el vestuario lo que conocemos como orgullo de pertenencia».

Exigencia: «En el Real Madrid hay un altísimo nivel de profesionalidad que, en algunos casos, como el de Cristiano Ronaldo, raya la obsesión. Y si el rey se aplica al trabajo, los demás no pueden quedarse atrás».

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