Técnicas para ser un buen Portero de Fútbol

Tener voz de mando, jugar bien con los pies y no dudar con el balón son algunos de los aspectos fundamentales para destacarse bajo los tres palos.

No importa la posición en la que juegues, hay muchas técnicas que necesitas dominar; la ubicación si usted es portero, la sincronización en una barrida si eres defensa, dar el pase preciso si eres mediocampista y burlar a tu marcador si eres atacante, son sólo algunas de las muchas y diversas habilidades en las que deben poseer los jugadores de fútbol.

Consciente de ello, durante los próximos días estaré compartiendo una serie de artículos que ayudaran a mejorar cada una de las posiciones dentro de un campo de juego, de esta manera siguiendo estos consejos podrán ser mejores deportistas. En esta oportunidad daré algunos consejos para ser un buen portero de fútbol que seguro te llevará a ser tan bueno como tus ídolos Iker Casillas, Gianluigi Buffon y Manuel Neuer, entre otros.

Los mejores porteros son extremadamente ágiles y tienen reflejos instantáneos. Como guardameta, la principal prioridad es impedir que el balón llegue a la red. Cada parte de su cuerpo puede ser usada para detener un balón, pero su principal herramienta serán siempre las manos. Sin más preámbulos, te dejo con las diferentes técnicas que debes tener para destacarte bajo los tres palos.

Voz de mando

El arquero debe comunicarse constantemente con su defensa; si no pega el grito cuando sale lejos del arco a buscar una pelota, es probable que el zaguero no lo vea, lo cual puede originar un choque y pérdida de balón, o incluso un gol en contra. Hay que tener mucho carácter, demasiada personalidad, para ponerse los guantes. Por eso mismo, los mejores arqueros han superado la barrera de los 30 años.

No dudar

El arquero se puede equivocar, pero nunca debe dudar. Si ante un centro titubea entre quedarse en la línea del arco o salir a cortarlo, generalmente termina a mitad de camino, con lo cual la pelota sigue en juego y el arco quedó desguarnecido. Lo mismo en un mano a mano con un delantero: o decide salir a achicar y recortarle el ángulo de remate, o se queda para esperar el cierre de un compañero que dificulte el disparo.

Jugar con los pies

La modificación del reglamento que prohibió que el arquero tome con las manos un pase de un compañero cambió para siempre el puesto. Ahora, un portero de fútbol debe saber jugar con los pies, ya sea para hacer circular la pelota, ayudar a su equipo a cambiar el frente de ataque o despejar de primera un pase riesgoso.

Despegar

No todos los arqueros pueden volar para sacar balones que van al ángulo. Los que lo logran manejan un concepto físico y otro técnico. Primero, tener la potencia de piernas que les permita despegar. Y segundo, apoyarse siempre en puntas de pie; si toda la planta de los pies está apoyada, te costará mucho más despegar.

Distribución

Con la pelota en las manos, el arquero tiene la posibilidad de iniciar el ataque de su equipo, siempre y cuando sepa distribuir el balón. Con la mano lo hará llegar a sus laterales o quizá al mediocampo; con una volea podrá enviárselo a la delantera. Para esto es fundamental inclinar el cuerpo hacia la dirección donde debe ir la pelota con el fin de que vaya en línea recta y rápida para que llegue al compañero antes que al rival. El pase debe apuntar al cuerpo del compañero para permitirle dominar el balón; si el pase va a la cabeza, es muy probable que su equipo no retenga la posesión.

Retener

Quizá por la constante innovación del balón, que cada vez es más ligeros y rápido, los porteros modernos se han acostumbrado a dar rebote ante la mayoría de los disparos. Esto permite una segunda jugada en las cercanías del área, mientras que al agarrar la pelota desaparece todo el riesgo.

Ubicación

El concepto más importante que debe manejar un arquero. De hecho, uno de los mejores elogios que se le puede dar a un portero es, «Siempre está bien parado». Por ejemplo, en un tiro de esquina donde por perfil el centro vendrá abierto (un zurdo tirando desde la izquierda), conviene ubicarse casi al borde del área chica para poder interceptar la pelota si cae entre el área chica y el punto del penal.

Y cuando se trata precisamente de intentar tapar un tiro penal, los expertos que han estudiado miles de ejecuciones han llegado a la siguiente conclusión: los arqueros atajarían más remates desde los doce pasos si se quedaran parados. La mayoría escoge un palo y vuelan hacia allá una fracción de segundo antes de la ejecución. El problema es que casi todos los pateadores ejecutan el penal con la cabeza levantada, esperando el movimiento del portero para modificar el disparo. Al quedarse quieto, el arquero coloca toda la presión en el jugador, que entonces debe pegarle fuerte y esquinado, lo que aumenta considerablemente su margen de error.

Fuente: FutbolAbout.com

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