Gareth Bale: un túnel y dos cañonazos en media hora [vídeo]

El futbolista galés regresó al fútbol, por lo alto, durante un partido amistoso entre su selección y su similar de Serbia.

Gareth Bale se sigue ratificando como el personaje del año en el mundo del fútbol. Se dio a conocer como el mejor jugador de la temporada anterior en la Premier League, luego fichó por el Real Madrid, uno de los clubes más importante del mundo, y este martes regresó al fútbol durante un partido amistoso que enfrentó a Gales con Serbia.

Después de más de un mes sin jugar, decidió apartarse de los entrenamientos y partidos del Tottenham por no aceptar la oferta que tenía del conjunto merengue, el futbolista galés regresó por lo alto para deslumbrar con su juego y demostrar porqué es que se está hablando tanto de él en Europa y en el planeta del fútbol.

Gareth Bale volvió a sentirse futbolista, 114 días después de su último partido oficial (56 del último amistoso). Lo hizo durante el compromiso en el que su selección cayó derrotada (0-3). Pero el resultado fue lo de menos, la noticia estuvo en el túnel y los dos cañonazos que produjo durante la media hora que jugó.

El protagonista del mercado verano saltó al terreno de juego en el minuto 58′ y dejó claro que, por mucha inactividad que haya sufrido estas vacaciones, sigue manteniendo intacta toda su calidad y fuerza física.

Jugó de extremo derecho, la posición en la que Ancelotti tiene previsto que haga diabluras. Y desde allí dejó un aviso a los porteros españoles de lo que es capaz de hacer. Soltó un zurdazo violento que el meta serbio Stojkovic sólo pudo rechazar, dando una segunda ocasión a Bale, que chutó fuerte rozando el palo.

Luego, se robó el aliento del público con espectacular y sutil túnel que utilizó para quitarse la marca de un rival que le presionaba en la banda. Gareth Bale esperó que se acercara y cuando parecía que se juntaba con un compañero, deslizó la pelota por entre las piernas del contrario para salir jugando hacia el otro lado.

Pero se guardaba una bala. En el minuto 88′ dispuso de un tiro libre lejano. Se colocó a lo pistolero, chutó fuerte y el balón cambió de trayectoria como un avión de papel. Sólo una mano prodigiosa del portero serbio evitó que la fiesta fuese completa.

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